El principio de la producción de biogás
El biogás se produce mediante la fermentación anaeróbica de materia orgánica y es un producto metabólico de las bacterias metaníferas. Los requisitos para su generación, además de la deficiencia de oxígeno, incluyen un pH entre 6,5 y 7,5, y una temperatura de entre 15 y 25 °C (para bacterias termófilas), de 25 a 45 °C (para bacterias mesófilas) y de 45 a 55 °C (para bacterias hipertermófilas). El período de fermentación para las bacterias termófilas es de aproximadamente 10 días, para las mesófilas, de 25 a 30 días, y para las mesófilas, de 90 a 120 días. Actualmente, la mayoría de las instalaciones de fermentación de biogás en uso operan dentro del rango de temperatura de las bacterias mesófilas.
El proceso de generación de energía a partir de biogás
Las sustancias orgánicas se recogen en un tanque de pretratamiento, donde se desinfectan para eliminar bacterias dañinas, y luego se transportan al tanque de fermentación para su fermentación. El biogás generado se recoge en un tanque de almacenamiento de gas, con el fin de garantizar una producción de gas estable con diferentes volúmenes de producción. Finalmente, el biogás se inyecta en el grupo electrógeno. Por razones de seguridad, se recomienda instalar también una antorcha. En caso de exceso de gas, este puede quemarse de forma segura. Las sustancias restantes tras la fermentación del biogás pueden utilizarse como fertilizante. El gas mixto producido en el tanque de fermentación se compone de un 50% a un 70% de metano (CH₄) y de un 30% a un 50% de dióxido de carbono (CO₂). Esta composición convierte al biogás en un combustible de alta energía y calidad para el grupo electrógeno. La electricidad generada puede utilizarse en la planta de tratamiento o enviarse a la red eléctrica pública. La energía térmica puede utilizarse para calentar el tanque de fermentación o suministrar calor a otras instalaciones.
